Perú del Norte: de desierto a la selva
Aquí estamos de vuelta en la costa peruana, esta vez en el norte de Perú. Los paisajes lindando con panamericana son tan lechosos y desérticos que las playas del sur. Pero no fue siempre así. En el I siglo después de J.C. La región fue irrigada por algunos ríos generosos. La tierra fue cultivada para las civilizaciones de Moche y Sipan. Después, hasta el siglo XV, la civilización de Chimu ocupó este lugar.
Nuestra primera etapa está cerca de Trujillo, en la ciudad de Moche (en referencia con la civilización). Acá se encuentran dos templos Moche ubicados al pie de una pequeña colina. Una, llamada Huaca del Sol fue un centro político – administrativo, otra, Huaca de la Luna, – un centro ceremonial al más importante de la cultura de Moche. Los templos tienen forma piramidal, son de tejas de adobe (tierra secada). La construcción de la Huaca de la Luna empezó al principio de la era de Moche (100 después J.C.) y fue completada cada 80 – 100 años hasta el año 700. A cada remodelación del templo, el piso superior fue llenado con tejas de adobe y los limites exteriores ensanchados de unos metros para formar una basa más grande y más alta para el nuevo templo – probablemente en honor del nuevo señor. ¡Eso significa que todos los frescos murales, los elementos de culto así como unos cuerpos humanos fueron definitivamente sepultados porque sólo el último piso fue accesible por una rampa (los Moches utilizaban las escaleras sólo de manera decorativa)! Entonces encontramos acá los frescos hermosos de diferentes épocas (hay 5 “pisos”) que representan principalmente el dios “Ai’Apatec”, el decapitador. Los Moches practicaban en este lugar los sacrificios humanos.
A nos kilomteros de alla se encuentra un otro sitio importante, esta vez de la cultura Chimu (vienen después los Moches). La ciudad de Chan Chan está formada de 10 ciudadelas con salas ceremoniales, tumbas, reservas de agua… Fue ocupada por 30.000 personas, algunos guías hablan de 50.000. Desgraciadamente el sitio es puramente de adobe y la lluvias (raras) y el viento a lo largo de siglos lo han bastante deteriorado.
La ruta sigue hasta Chiclayo, 200 km más al norte. Pasamos la noche en Pimentel, un pueblo al lado del Pacifico.
No muy lejos de acá, en Leymebamba, se visita el museo “Tumbas Reales de Sipán”. La civilización de Sipán fue contemporánea a los Moches. El museo tiene una colección impresionante de objetos encontrados entre otros en la tumba del señor de Sipán. Es el museo el más bien pensado que hemos visitado. Reconstituye la cronología de excavaciones. La cerámica y la joyería exponadas son totalmente magníficas. ¡Que pena que está prohibido de tomar fotos en el museo!
Amazonia peruana
Para acabar con Perú decidimos de salir del país por la selva. Manejamos 500km pasando del desierto hasta la vegetación frondosa de montañas en la región Amazonas.
Una pequeña caminata más tarde y ahí estamos al pie de la catarata de Gocta, la 4a catarata la más alta del mundo con sus 771m. ¡Para los habitantes de Cocachimba existe desde siempre pero está conocida solo desde 2006 como una atracción turística! Nos encantada la gente de este pueblo, todos muy amables, felices del nuevo soplo traído por el turismo naciente. Pasaremos algunas horas en el bar a jugos (este día solamente de piña, valor: 25cts€ el vaso, el mismo precio para un parte de kéké de casa), mirando los jóvenes del pueblo jugar a fútbol en lluvia (hay que decir que llueve a menudo en la región). Mismo doy una lección de ingles u un campesino reciclado en guía. Acá el acceso a la educación es más complicado que en las ciudades…
Una hora de pista muy fea más lejos vamos ver los sarcófagos de Karajia ubicados en un acantilado a más de 3000m. Fueron realizados de madera, más bien lindos, nos preguntamos ¡qué hacen allí!
Continuamos hasta Kuelap, una fortaleza construida en el siglo X por la civilización Chachapoyas. Está ubicada a unos 3000msnm y domina varias valles. Fue construida de piedra, hace en los alrededores de 600m de largo y tiene unos muros de más de 20m de altura.
Pasamos también par la capital de la provincia. La pequeña ciudad de Chachapoyas está ubicada a 2334msnm. Los habitantes nos acogen bien, no hace mucho calor, es barato. La ciudad misma no es muy linda pero nos sentimos bien acá.
Finalmente nos encantaba esta parte de Perú, muy diferente del resto del país. ¿Tal vez gracia a los paisajes montañosos aderezados de arrozales, bananeros y de plantaciones de café? El más simpático es por supuesto el contacto con los locales quién todavía no están contaminados por el turismo de masa de los otros regiones peruanos.
Para quedarnos en este ambiente, nos decidimos de tomar la frontera con Ecuador la más pequeña de las tres existentes aunque sabemos que la ruta es fea y llena de obstáculos. En todo caso, aunque los 100km de pista en Perú parecen 400, su estado es tan malo, llegamos sin ningún problema hasta el puente perdido en la selva que sirve de frontera. Los aduaneros y la policía pasan su vida tranquilo – no ponen los uniformes – y los procedimientos son tan lentos que nos decidimos de pasar la noche en la frontera, al lado ecuatoriano.
Nazca – Lima – Huaraz
La ruta desde Cuzco en Los Andes hasta Nazca en la costa es, claro, asfaltada pero a pesar de todo necesitamos 2 días para hacer menos de 800 km. La razón de esta lentitud fueron las obras publicas y 3 pasos a más de 4000m.
Nos paramos a Nazca para un vuelo sobre las famosas lineas. Subimos a nuestra pequeña avioneta Cesna C172 de 4 plazas (nosotros dos y los dos pilotes!) y sobrevolamos este desierto marcado de motivos gigantes como el astronauta, el perro, el mono, la araña, el cóndor, el colibrí… en total más de 14 figuras geométricas impresionantes.
Después Nazca, siempre en la dirección del norte, nos paramos cerca de Ica en un oasis curioso en centro de grandes dunas de arena.
No muy lejos de Ica se encuentra la Península de Paracas, una reserva natural donde no hay nada más que arena. La costa forma los pequeños acantilados muy buenos para volar en parapente!
Estamos a unos 300 km de la capital de Perú. La sola razón que nos empuja a visitar Lima es su sitio de vuelo en la costa y también al borde de building! Desgraciadamente para nosotros, el tiempo no es muy bueno, falta viento. Esperamos 3 días para hacer un solo vuelo. Pero qué vuelo!…
Este día las condiciones se ponen tarde. Después una media hora de vuelo, el viento cambia de dirección. Julien no conoce bien el sitio y no se apresura a volver al despegue que está también el solo aterrizaje seguro… Tenemos que aterrizar abajo, en la playa de piedra muy estrecha. Hay solo algunos metros disponibles. Nos posamos en la parte seca de la playa pero la vela cae en la parte húmeda. Muy rápido viene una ola que moja el parapente…
Pasamos el resto del día y una parte de la noche a bañar la vela en una fuente, lo que gusta mucho a unas niñas y sus mamas.
La ciudad de Lima se divide en muchos barrios que realmente están unas ciudades en la ciudad. El centro histórico tiene una linda plaza principal con una imponente catedral. Uno de los barrios turísticos se llama Miraflores (es acá que se vuela en parapente), un otro, más popular de noche, Barranco.
En las calles hay mucha circulación, la bocina es siempre el elemento el más importante del coche.
Nos escapamos del ruido de la grande ciudad en la montaña, en la Cordillera Blanca cerca de la ciudad de Huaraz.
El Parque Nacional de Huascaran, clasificado en el patrimonio de UNESCO, es probablemente una de más hermosas cadenas montañosas del mundo. En solo 180km de largo y 40 km de anchura hay 33 cerros con más de 6000m de altura y 269 lagunas. El parque posea también numerosos récords: la más grande concentración de alta montaña después del Himalaya, la más alta cordillera tropical, la más grande superficie de glaciares tropicales… El cerro el más alto se llama Huascaran (6768m).
Empezamos para un vuelo-caminata en el sur de la cordillera. Por la tarde nos vamos de la ciudad de Huaraz (~3000m) para pasar la noche a unos 3700m. El día siguiente partimos temprano hacia la laguna de Churup (4450m) al pie del glaciar del mismo nombre culminando en 5495m. La agua es casi transparente. El verde de algas mezclado con el azul del cielo sin olvidar el blanco de nevadas dan los colores locos a la laguna. Seguimos un poco más lejos para encontrar un lugar para despegar en parapente y Julien baja volando, yo a pie. Los paisajes son sublimes, adelante la cordillera negra, atrás – la blanca con cumbres de nombres bárbaros (Vallunaraju 5675m, Huamashraju 5455m, Huamashraju 5350m, Tumarinaraju 5658m…).
A los dos días, ahí estamos en el parque Huascaran, en plena montaña para acampar cerca de la hermosa laguna Llanganuco (3800m). Nos levantamos aun más temprano, esta vez para ir a la laguna 69 (~4500m) desde la cual la panorama sobre los cumbres principales de la cordillera es absolutamente fantástica (los dos picos de Huascaran 6655m y 6768m, Chopicalqui 6354m, Huandoy 6395m…). Continuamos la caminata unos decenas de metros más arriba y Julien encuentra un “despegue” que le permite volar entre estos gigantes, en una valle relativamente encajonada. Fue su más lindo vuelo del viaje, no para la duración si no para la excitación de volar a más de 4500m, donde las condiciones son diferentes y se vuela mucho más rápido.
A las mediodía, cuando estoy de vuelta – la bajada a pie dura más que el vuelo – subimos con coche por una pista fea hacia el paso de Portachuelo que culmina a 4767m y ofrece una vista panorámica grandiosa de una parte de la Cordillera Blanca. Es increíble de poder acceder a una tal vista con su vehículo!
Nos vamos de “callejón de Huaylas”, nombre dado a esta región atrancada entre la cordillera negra y la cordillera blanca, atravesada par el rió Santa que surca a través los Andes hacia el “Cañón del Pato” antes de desembocar en Océano Pacifico. Tomamos el mismo flujo que el rió por una pista en el estado espantoso pero nos maravillamos de poder pasar par un tal cañón! En este lugar las dos cordilleras son las más cercanas. En algunos lugares el cañón tiene 15m de largo al nivel del río y casi 1000m de profundidad. Que idea loca de construir una ruta en un tal lugar!
Cuzco y Valle Sagrado de los Inkas
Nos vamos de Lago Titicaca para bajar a Cuzco, capital intemporal de los Inkas, ubicado a unos 3600m de altura.
En nuestro camino se encuentra el sitio arqueológico de Tipón. Es un sistema amplio y completo de culturas agrícolas en terrazas, equipada de canales de agua labrados en piedra.
La ciudad de Cuzco es caótica (estamos en Perú), numerosos triciclos motorizados sirven de taxi y se colan en la circulación densa y claxonanta. La arquitectura es una mezcla de bases incas y muros coloniales. La plaza central es imponente con su catedral y una otra iglesia a su lado. Cuzco es también la capital turística de Perú y a cada esquina alguien quiere vendernos algo, eso nos cansa mucho.
Pasamos mucho tiempo en el barrio popular de mercado central, paseamos entre frutas y verduras, evitando las zonas de carne (demasiado malolientes), para acabar con un jugo delicioso tipo “zanahoria/mango”, dos copas por 80cts€.
Hace 550 años Cuzco fue el centro del imperio de los Inkas. En sus alrededores se ubicaban varios templos y otras construcciones importantes para la civilización. Después de la invasión española la parte mayor fue abandonada, y además saqueada, destrozada y reutilizada para otras construcciones más “católicas”. Afortunadamente a pesar de todo se quedan muchas ruinas absolutamente magnificas que demuestran la grandeza pasada de ese imperio.
La ciudad es dominada por la fortaleza de Saqsaywaman, conocida por sus piedras cortadas y unidas con gran precisión. La más grande pesa unas 100 toneladas.
Al este de Cuzco se ubica una zona llamada «el valle sagrado de incas». Allí visitamos el sitio de Pisaq. Fue una otra gran ciudad fortaleza, ubicada a la falda de una montaña, que reunía a varios barrios, templos y el cementerio.
Después visitamos los Salinas de Maras, piletas de sel en terrazas ubicadas a unos 3000m de altura. Están explotadas desde los Incas (a ver antes!) y la tecnología no cambiaba mucho.
A unos kilómetros de ahí se encuentra el grupo arqueológico único en su genero, las terrazas de Moray (3500m). Comprende un enorme conjunto de andenes circulares con 4 galerías ligeramente elípticas. Por sus características climatológicas de éste lugar, fue considerado en la época Inka como un centro de experimentación agrícola donde se logro desarrollar diferentes variedades de maíz y producción de semillas adaptadas a diversos pisos ecológicos.
Seguimos y volvemos en valle sagrado para visitar la ciudadela Inka de Ollantaytambo, un complejo militar, religioso, administrativo y agrícola.
Desde ahí empieza nuestra aventura hacia el Machu Picchu. Antes de perseguir, hay que saber que la visita de este sitio, el mas turístico de América del Sur, se amerita!
Etapa 1: a Cuzco encontrar la estación de ferrocarril, hacer cola desde 7 de la mañana para comprar un boleto de tren a 34$/pax/ida (soló 28km!) para como muy pronto en 4 días (si no es 40 a 70$ ida..).
Etapa 2: volver al centro de Cuzco para hacer otra cola para comprar el boleto de ingreso al sitio de Machu Pichu «126 soles o sea 43$/pax» (bueno, pagábamos el medio precio con nuestras cartas del estudiante nuevas…). O sea un día perdida para se hacer sacar dinero por una empresa chileno – inglesa, los dueños de Orient Express, que ganan unos miles de dolares cada día, sin reservar nada para Perú…
En este momento la situación es un poco especial: como consecuencia de inundaciones, el sitio de Machu Picchu fue cerrado durante 3 meses hasta el 1 de abril. Los raíles fueron deteriorados, los accesos alternativos por rutas destruidos parcialmente por los deslizamientos de tierra. Ahora solo una parte de ferrocarril está rehabilitada y los vagones que fueron de buen lado pueden llevar los turistas hasta la estación Machu Picchu. En lugar de 2000 personas por día en una temporada normal, solo 800 pueden acceder al sitio cada día.
Cogemos entonces este tren famoso, pasamos la noche en un hostal a Aguas Calientes al pie de Machu Picchu, y el día siguiente a las 4h30 de la mañana, empezamos a caminar de noche (400m de desnivel) para llegar a la entrada del sitio antes de las 6h de la mañana. Todo eso para poder cansarse un poco más y subir a cerro de Wayna Picchu que domina las ruinas (300m de desnivel más, pendiente medio a 70°). Cuando llegamos hay 60 personas ya en frente de la entrada cerrada (40 de ellos preferían hacer cola desde 4h de la mañana para coger un bus a 7$/ida a las 5h30).
La maravilla está en su cumbre cuando descubrimos la ciudad perdida de los Inkas, parcialmente en nubes. El paisaje es el más impresionante. Estamos a unos 2400m de altitud en una vegetación frondosa de tipo jungla. Alrededor de nosotros se encuentran cerros redondos pero altos, están muy cerca y las valles son encajonadas.
Temprano en la mañana, antes la afluencia de los turistas, se puede ver las viscachas (una especie de conejo) trepar a las ruinas. Durante el día en un camino aislado, por casualidad y sobre todo por suerte, veremos incluso un oso negro de unos 1m50! Aparentemente seria una especie vegetariana en el peligro de extinción.
Y las ruinas? Nos encantaban, seguro, aunque no sabemos cual fue su función exacta: una fortaleza, un templo, un centro elitista universitario donde se estudiaba ciencias?, agricultura, teología y sobre todo astronomía.
En fin, aunque es una estafa financiera costosa de tiempo perdido, nos gustaba mucho la magia del lugar y fue un día excelente.
A la vuelta hacia Cuzco, nos paramos a unos 3800m de altura a Cerro Sacro para un vuelo biplaza encima el plano de Maras, con para decoración el valle sagrado, la cordillera de Urubamba y los cerros a unos 6000m. Es nuestro primero vuelo en Perú!
Pasamos la noche a Chinchero, pequeño pueblo poseedor de una linda iglesia colonial construida sobre los bases Inkas. Numerosos aldeanos venden acá su artesanía de calidad.