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Perú del Norte: de desierto a la selva

jueves, 6 de mayo de 2010 3 comentarios

Aquí estamos de vuelta en la costa peruana, esta vez en el norte de Perú. Los paisajes lindando con panamericana son tan lechosos y desérticos que las playas del sur. Pero no fue siempre así. En el I siglo después de J.C. La región fue irrigada por algunos ríos generosos. La tierra fue cultivada para las civilizaciones de Moche y Sipan. Después, hasta el siglo XV, la civilización de Chimu ocupó este lugar.

Nuestra primera etapa está cerca de Trujillo, en la ciudad de Moche (en referencia con la civilización). Acá se encuentran dos templos Moche ubicados al pie de una pequeña colina. Una, llamada Huaca del Sol fue un centro político – administrativo, otra, Huaca de la Luna, – un centro ceremonial al más importante de la cultura de Moche. Los templos tienen forma piramidal, son de tejas de adobe (tierra secada). La construcción de la Huaca de la Luna empezó al principio de la era de Moche (100 después J.C.) y fue completada cada 80 – 100 años hasta el año 700. A cada remodelación del templo, el piso superior fue llenado con tejas de adobe y los limites exteriores ensanchados de unos metros para formar una basa más grande y más alta para el nuevo templo – probablemente en honor del nuevo señor. ¡Eso significa que todos los frescos murales, los elementos de culto así como unos cuerpos humanos fueron definitivamente sepultados porque sólo el último piso fue accesible por una rampa (los Moches utilizaban las escaleras sólo de manera decorativa)! Entonces encontramos acá los frescos hermosos de diferentes épocas (hay 5 “pisos”) que representan principalmente el dios “Ai’Apatec”, el decapitador. Los Moches practicaban en este lugar los sacrificios humanos.

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A nos kilomteros de alla se encuentra un otro sitio importante, esta vez de la cultura Chimu (vienen después los Moches). La ciudad de Chan Chan está formada de 10 ciudadelas con salas ceremoniales, tumbas, reservas de agua… Fue ocupada por 30.000 personas, algunos guías hablan de 50.000. Desgraciadamente el sitio es puramente de adobe y la lluvias (raras) y el viento a lo largo de siglos lo han bastante deteriorado.

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La ruta sigue hasta Chiclayo, 200 km más al norte. Pasamos la noche en Pimentel, un pueblo al lado del Pacifico.

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No muy lejos de acá, en Leymebamba, se visita el museo “Tumbas Reales de Sipán”. La civilización de Sipán fue contemporánea a los Moches. El museo tiene una colección impresionante de objetos encontrados entre otros en la tumba del señor de Sipán. Es el museo el más bien pensado que hemos visitado. Reconstituye la cronología de excavaciones. La cerámica y la joyería exponadas son totalmente magníficas. ¡Que pena que está prohibido de tomar fotos en el museo!

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Amazonia peruana

Para acabar con Perú decidimos de salir del país por la selva. Manejamos 500km pasando del desierto hasta la vegetación frondosa de montañas en la región Amazonas.
Una pequeña caminata más tarde y ahí estamos al pie de la catarata de Gocta, la 4a catarata la más alta del mundo con sus 771m. ¡Para los habitantes de Cocachimba existe desde siempre pero está conocida solo desde 2006 como una atracción turística! Nos encantada la gente de este pueblo, todos muy amables, felices del nuevo soplo traído por el turismo naciente. Pasaremos algunas horas en el bar a jugos (este día solamente de piña, valor: 25cts€ el vaso, el mismo precio para un parte de kéké de casa), mirando los jóvenes del pueblo jugar a fútbol en lluvia (hay que decir que llueve a menudo en la región). Mismo doy una lección de ingles u un campesino reciclado en guía. Acá el acceso a la educación es más complicado que en las ciudades…

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Una hora de pista muy fea más lejos vamos ver los sarcófagos de Karajia ubicados en un acantilado a más de 3000m. Fueron realizados de madera, más bien lindos, nos preguntamos ¡qué hacen allí!

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Continuamos hasta Kuelap, una fortaleza construida en el siglo X por la civilización Chachapoyas. Está ubicada a unos 3000msnm y domina varias valles. Fue construida de piedra, hace en los alrededores de 600m de largo y tiene unos muros de más de 20m de altura.

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Pasamos también par la capital de la provincia. La pequeña ciudad de Chachapoyas está ubicada a 2334msnm. Los habitantes nos acogen bien, no hace mucho calor, es barato. La ciudad misma no es muy linda pero nos sentimos bien acá.
Finalmente nos encantaba esta parte de Perú, muy diferente del resto del país. ¿Tal vez gracia a los paisajes montañosos aderezados de arrozales, bananeros y de plantaciones de café? El más simpático es por supuesto el contacto con los locales quién todavía no están contaminados por el turismo de masa de los otros regiones peruanos.

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Para quedarnos en este ambiente, nos decidimos de tomar la frontera con Ecuador la más pequeña de las tres existentes aunque sabemos que la ruta es fea y llena de obstáculos. En todo caso, aunque los 100km de pista en Perú parecen 400, su estado es tan malo, llegamos sin ningún problema hasta el puente perdido en la selva que sirve de frontera. Los aduaneros y la policía pasan su vida tranquilo – no ponen los uniformes – y los procedimientos son tan lentos que nos decidimos de pasar la noche en la frontera, al lado ecuatoriano.

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